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LA INGENIERÍA Y LA COMUNIDAD - NUEVAS VISIONES DESDE LA EDUCACIÓN

Micro del día 15 de noviembre emitido por Radio 10 - 102.1:

Bernabé Tolosa: Estamos aquí con los amigos del Centro de Ingenieros con el estudio superpoblado. Antes que nada saludarlo, Carlos Filippini, ¿Cómo te va?...

Carlos Filippini: Bien, gracias. Hoy con mucha gente pero trajimos señoritas, esto es continuidad de lo que en habíamos hablado con el Ingeniero Guillermo Gómez. Te lo dejo,  todo tuyo.

BT: El Ingeniero Guillermo Gómez está con nosotros y es quien nos había adelantado no solo sobre existencia de la cátedra de Creatividad y de cómo trabajaban en la Facultad de Ingeniería, sino también de la experiencia en Tecnópolis que lamentablemente no se había dado mucho  a conocer. Guillermo, gracias por venir de nuevo.

GUILLERMO GOMEZ: No, gracias a ustedes por permitirnos contar esto que estamos haciendo. Vinieron conmigo dos chicas que hasta hace poquito nomás, fueron alumnas, pero se engancharon, les gustó lo que estábamos haciendo y ahora son más que colaboradoras, son prácticamente la rueda que está haciendo que esto pueda funcionar perfectamente.

BT: Ya están recibidas. Julieta Del Hoyo, y Victoria Hormaistegui, bienvenidas. ¿Cuánto hace que se recibieron?...

JDH: Un año.

BT: Cuando empezaron a estudiar, ¿pensaron que podía darse esta situación, de darle continuidad a la tarea desde dentro de la misma facultad y hacer todo lo que vino?...

JDH: A medida que van pasando los años de estudio, las posibilidades se amplían. En realidad uno empieza pensando en la industria, en la empresa y cuando llega a cuarto, quinto año y va terminando, se nota que en realidad, lo que brinda la carrera hace que uno pueda estar en cualquier lado, en la industria o en la investigación. Dentro de la Facultad también hay mucho por hacer siempre. Entonces, en ese sentido, no sé si yo lo imaginaba pero la verdad es que lo que se estuvo dando en estos últimos años, yo en particular entré a la cátedra siendo estudiante. Estoy muy contenta de ser parte de esto, así que si me lo imaginaba o no, no sé, pero la verdad que lo que se está generando es súper positivo.

BT: Uno siempre proyecta, cuando empieza algún tipo de carrera, según las circunstancias que a uno le pasan. ¿Ustedes tenían este acompañamiento que dan ahora al resto de los estudiantes, o ven que esto es un avance?
 
VH: Es una cátedra nueva donde nos enfocamos más a desarrollar que los alumnos piensen de distintas formas y eso no estaba antes. Antes todo era muy lineal. Nosotros  tratamos de que se piensen los problemas a través de otras formas, para poder encontrar mejores soluciones. Es un nuevo desarrollo en la parte de educación.

BT: Y un nuevo desafío también. Es abrir un juego importante, algo que en ingeniería, sobre todo, era  algo bastante extraño.

JDH: Si, lógico, a mí lo que me gustó de la carrera es que tiene una estructura que hace que uno adquiera una forma de pensar muy particular y que es esa seguridad de que uno puede resolver lo que sea. Quizás también va acompañado de cierta actitud, pero es importante ver que no hay una única forma de pensar, que hay otras y es por ahí lo que se está haciendo desde esta cátedra y desde este espacio, generando otros caminos y complementando la estructura original de la que estábamos hablando, de cómo  te  encuadra la carrera.

BT: ¿Qué es exactamente la cátedra de Técnicas de Creatividad Aplicada?, ¿Cómo la definirían?...

JDH: Es una cátedra que se encuadra en un espacio nuevo que estamos tratando de construir en la facultad, que se llama Creatividad para Ingenieros. El espacio es más amplio, incluye a la cátedra, pero también tiene la intención de generar un lugar donde los estudiantes puedan expresarse de otra manera dentro de la facultad, cosa que por ahí no existía hasta hace poco. La cátedra por el momento es optativa y tiene una estructura que rompe la rutina.

JDH: Nosotras la cursamos y después nos quedamos “agarradas” de todo lo que estaba pasando…

VH: Si, porque generalmente lo que uno va cursando es teoría y luego hace alguna práctica, en esta no existe nada de “esta es la teoría”, “nos basamos en esto”, “en el parcial se ve algo parecido”. Es todo distinto.

BT: Claro y  esas  otras formas de  transmitir que decías recién, no es la misma forma de transmitir las cosas que se dan en las otras cátedras. En esta, ¿Cómo transmiten ustedes los  contenidos, cómo los ponen en práctica?...

JDH: Tratamos de que sea todo desde la experiencia.  Nosotros conceptualizamos y tenemos todo un desarrollo con los alumnos, pero la idea es que sea totalmente experimental, que sea vivencial. A nosotros nos importa mucho que los alumnos vengan, que jueguen, que hagan uso de todos los elementos que les proveemos, pero siempre desde la experiencia, porque creemos particularmente que en esto de la creatividad si no es desde la experiencia uno no se lleva nada.

BT: Claro… ¿y qué actividades realizan en el espacio?...

VH: Está la cátedra en sí y después hay eventos. Hicimos unos eventos donde fueron a tocar músicos, en donde invitamos a los estudiantes a que se acerquen, que pueden ver que el mismo músico decía que era similar estudiar ingeniería o música y que también podían ir de la mano, que entonces, una complementa la otra. También queremos hacer espacios de cine con debate y hacer experiencias interdisciplinarias con alumnos de otras facultades, como fue el año pasado con los de Diseño, Industrial de ahí salió lo de Tecnópolis y ahora lo estamos haciendo con los alumnos de Artes Visuales de la Escuela Malharro.

JDH: Bueno, desde que cursamos nosotras y en las cursadas que vinieron después hicimos un trabajo donde por diferentes razones llegamos al Taller Protegido de Lobería. Estuvimos trabajando con el taller, que lo que hace es reciclado de plástico, cartón, papel y a través de  esa tarea nosotros estuvimos viendo de qué manera se le podía dar valor agregado. Ese fue el inicio. Eso fue un trabajo  que se hizo dentro de la cátedra, que luego evolucionó en un proyecto de extensión. Dentro de ese proyecto de extensión se trabajó con los alumnos de Diseño Industrial, tratando de dar respuesta a las necesidades del taller, y uno tuvo la suerte de terminar en Tecnópolis, lo cual demuestra que valió la pena.

BT: Y sobre todo que había interés en algo que en una primera instancia  parecía que nadie lo tenía, ¿no?...

JDH: Exacto.

BT: Se pensaba ya en esta necesidad y no había forma de encaminarlo o no, Guillermo?...

GG: No, pienso que no. Además, hay circunstancias y hay momentos históricos. Hay toda una redefinición del rol del ingeniero y una redefinición acerca de cuáles son las formas en que vamos encarando las distintas disciplinas. Una muletilla que tenemos expresa que el siglo XX fue el siglo de la especialización y que el siglo XXI tiene que ser el siglo de la integración. Nosotros que somos del siglo pasado, cuanto trabajábamos, cuando estudiábamos teníamos que ser muy ingenieros y saber muy bien las disciplinas de la ingeniería para resolver los problemas acotados de la ingeniería. Pero ahora los ingenieros ya creemos que podemos meternos en todos lados. Es más, estamos convencidos que nosotros lo vamos a hacer mejor.

BT: Desde un sudoku a un edificio…

GG: Si vemos cómo se organiza el tránsito en la ciudad, decimos, “Estos tienen que ser ingenieros” y si es el transporte, “nosotros tenemos que decir algo en esto”… Y esto, de qué está hablando?... Está hablando de que de hecho hay una cosa mucho más interactiva y que el camino ya no es que uno va, estudia una determinada materia y aplicando los algoritmos que se enseñaron en esa materia resolver los problemas. Los problemas de hoy son problemas nuevos, que están surgiendo cada día, y si no tenemos una mente más elástica, una mente más abierta, una forma diferente de encarar la nueva problemática nos vamos a ver con serias limitaciones. En lo que nosotros queremos hacer énfasis, intentando fortalecer el espacio este en el cual hacemos la cátedra, es integrar otras disciplinas, con lo cual hacemos también extensión, hacemos trabajos, algunos de ellos con trascendencia como el que comentábamos recién.

BT: Si…

GG: Este espacio que estamos haciendo, viene a complementar esa rígida  formación del ingeniero, a la que creemos que le está faltando elasticidad para aceptar los desafíos de hoy, que son nuevos que no son los desafíos de hace 30 años atrás. Hoy en día todo es nuevo. Hoy en día el medio ambiente tiene un rol importantísimo, que hace 30 años atrás no tenía. Hace 30 años atrás, en la facultad, ¿cuántos hablábamos de medio ambiente? Entonces, digo,  como la problemática es nueva, la mente es nueva, la actitud es nueva y las disciplinas son nuevas y la interdisciplinariedad es fundamental en esto.

BT: Y está bueno que los docentes recojan el guante, por que a veces están las ganas por ahí, en otras materias, que los alumnos tienen las ganas y notan la necesidad de llenar ese hueco con algo, y sin embargo nadie recoge el guante del otro lado, porque el recambio generacional se da de esa manera,

CF: A mí me tocó, estudiar en la Universidad de la década del 70, pero yo estudié Sistemas, dentro de lo que se llamaba Ingeniería Electricista y éramos lo más parecido a lo que ellos están haciendo ahora. No estábamos tan estructurados.

BT: Claro…

CF: Si a eso se le suma una formación de base humanística, es mucho más fácil ser flexible. Para el promedio de los estudiantes de ingeniería de la época  o los profesionales que se recibieron, venían de la escuela industrial, muy estructurados. En general la diferencia se nota en el desarrollo de la vida personal de cada uno, no es casualidad los lugares por los que la vida me ha llevado a andar  comparado con otros colegas que se han volcado a la producción o al trabajo, pero muy segmentados.

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BT: Querría que me contaran la experiencia en Tecnópolis, ¿Qué fue lo  que se presentó allí?, ¿Cómo lo vivieron ustedes desde adentro?...

JLH: Cuando estábamos trabajando con el Taller Protegido vimos que tenían dos necesidades básicas. Una de ellas era mejorar los canastos de recolección de los residuos y la otra era darle valor agregado a los productos de pulpa de celulosa. Es decir, ellos al recolectar papel tenían la idea de pasar a hacerlo pulpa y después darle valor a esa pulpa. Esa  era la consigna con la que trabajaron los estudiantes nuestros de ingeniería, junto con los de diseño. Así se hicieron una línea de productos de pulpa de celulosa y también se rediseñaron los canastos. Los canastos tenían que cumplir con  ciertos  requisitos, que tienen que ver con que sean resistentes y funcionales. Ahí se dio algo muy rico en opciones. Los estudiantes de diseño mostraron como trabajan y los nuestros tuvieron acceso a ver como se trabaja en otros lados, lo cual fue muy rico como experiencia interdisciplinaria también. Uno de los grupos que tenía toda una línea de productos de celulosa, presentó su trabajo en Innovar, fue seleccionado y terminó en un stand en Tecnópolis. Fue una experiencia increíble por el esfuerzo y el trabajo de todos y las ganas con las que se lo hizo.
 
BT: Claro…

JLH: El estudiante se estimula mucho cuando puede resolver algo que  llega a ser algo concreto. Fue una experiencia lindísima.

BT: ¿Y cómo han reaccionado los alumnos a lo largo del tiempo? y ¿Cómo responden sus pares a esto?
 
JLH: Ya van dos años de la cátedra, si bien el espacio de creatividad tiene 5 de desarrollo. En realidad hay toda una historia detrás de esto, pero hace 2 años que tiene la forma de cátedra y lo que nos ha pasado es que cuatrimestre a cuatrimestre ha ido aumentado la cantidad de alumnos que ha venido a la cátedra, y participan activamente de las actividades que proponemos, tanto de la cátedra como cuando hacemos los ciclos de música. También tenemos pensado hacer  teatro, llevar el teatro a la facultad. La participación es buenísima y también se ve que  la forma de trabajo es distendida, los alumnos ponen todo en resolver, en jugar, en hacer todas las cosas que proponemos.

VH: Es como que sienten un espacio de libertad dentro de la misma estructura que estaban acostumbrados.

GG: Yo quería comentar, desde el otro lado, desde el docente, lo que yo vi con grupos. Vos decías ¿Cómo responden los pares de esto?, ¿no?...

BT: Si…

GG: Un día charlando con ellos acerca de la responsabilidad social del ingeniero, le decía a una persona que nosotros entendemos que el ingeniero tiene una responsabilidad social muy grande, y una responsabilidad social no muy rebuscada, simplemente es decir, nosotros, como ingenieros que somos, somos aquellos que estudiamos el saber científico de la humanidad, que se ha desarrollado a lo largo de los siglos, para volcarlo al servicio de soluciones prácticas que hagan más fácil la vida de las personas. Eso es lo que hace el ingeniero, se carga acá arriba todos los monstruos que estudiaron todo lo que estudiaron siglos atrás y con ese conocimiento, lo trasforma en cosas concretas. Esta persona a la que yo hago mención, discutía conmigo y me decía que no, que ella se había roto estudiando, que ella lo que quería era recibirse, vivir  tranquila con su marido, con sus hijos y tener un buen sueldo. Sale entonces el tema de Lobería que se dio así: un tipo con mucha fuerza, que es el director del taller me manifiesta un día que lo encuentro por una cuestión laboral, sobre algunas necesidades que tenían. Van nuestros alumnos a visitar el Taller, participan, ven la vocación, ven el entusiasmo, ven la necesidad que hay, se enganchan y esta pesona que antes me cuestionaba, que decía que no, que ella quería recibirse y que quería una vida “normal”, terminó siendo una de las principales promotoras de ese proyecto de compromiso con el taller. Es decir que no solamente abrimos la cabeza en el sentido de usar mejor los conocimientos que tenemos, sino también desde lo humano.

BT: Seguro… Por otro lado, ¿Son muchas las mujeres que estudian ingeniería?

JDH: Ahora, cada vez somos un poco más.

BT: El otro día hablábamos con una de las autoridades del Centro, y nos decía que ya habían empezado a mantener reuniones entre mujeres ingenieras únicamente.

CF: Matriculadas en este Distrito hay justo 100.

JDH: Vamos por más, pronto vamos a ser 102. (Risas compartidas)

BT: Quiero agradecerles, Julieta, Victoria, por haber  venido. Seguramente esto va a dar mucho más que hablar, desde el trabajo  que hicieron en el taller hasta alguna otra arista que cruce la cuestión de la cátedra y de la facultad. Me parece más que interesante, sobre todo pensando que ahora, en los diseños curriculares de la primaria y la secundaria se busca el cruce de disciplinas. Que esto sirva también como un puente para las facultades y es bueno ver que facultades como la de ingeniería estén buscando el cruce de disciplinas.

GG: Un aviso final chiquito… Estamos programando para el año que viene una bienal que Julieta tiene para contar.

JDH: Una de las cosas que queremos hacer es la Primer Bienal  Internacional de “Dialogo de la Ciencia con el Arte” Siglo XXI. La idea  es que sea internacional, recibir propuestas de todo el mundo, hacer la primer bienal acá y el deseo es poder difundir los conocimientos de la ciencia a través del arte. Esto está relacionado con lo que decía Guillermo que el siglo XXI es el siglo de la integración. Nosotros sabemos que uno desde el arte apela a la sensibilidad y apela a la creatividad del ser humano y si podemos juntar eso con los conocimientos científicos, estamos hechos.

BT: Mejor. Seguramente vamos a volver a hablar por que es algo muy interesante.

JDH: Si…

BT: Y creo  que el mejor ejemplo para esto es lo se logró con Trimarchi, los chicos empezaron en un garage y hay que ver donde están ahora. Muchísimas gracias por haber  venido a todos y seguramente el jueves que viene estaremos con alguno de los otros temas. Gracias por haber venido.

FM 102.1 - Radio 10 Mar del Plata - “MDP PM”
15 de Noviembre de 2012 - 14:06 hs
Nota con la Ing. JULIETA DEL HOYO, la Ing. VICTORIA HORMAISTEGUI y el Ing. GUILLERMO GOMEZ